Cursos de Grado Medio

Son ya muchas las voces que aclaman una FP dual en España.

No es la primera vez que se quiere implantar en España el sistema dual de formación profesional (FP) de Alemania, que compagina estudio con trabajo en la empresa. El reciente acuerdo firmado por los ministros de Educación de ambos países es un nuevo intento. Podrá resultar muy útil para que nuestros alumnos se formen e incluso trabajen en el territorio de la locomotora europea, pero España y Alemania aún están a años luz en dos aspectos esenciales: prestigio social de la FP y eficaz coordinación entre los sistemas educativo y laboral.

Cierto es que se ha avanzado mucho en recursos y en valoración de la FP. Incluso se ha llegado a una oferta de cursos de FP variados y adaptados a la demanda laboral. El porcentaje de alumnos no deja de aumentar. Los planes desarrollados en Galicia luchan por conseguir un sistema integrado de formación y cualificación, coordinando los tres tipos de FP: reglada, en el sistema educativo; ocupacional, dirigida a los desempleados; y continua, para los trabajadores ocupados. Nos vamos convenciendo de que no tiene sentido funcionar por separado, porque los recursos son comunes. Nacieron, con este objetivo, los centros integrados de FP, especializados en familias profesionales de gran demanda laboral: sanidad, hostelería, informática?

Pero queda mucho camino por andar. En España, poco más de un 30 % de los alumnos eligen inicialmente la FP, porcentaje que se duplica en Alemania. Muchos optan por esta modalidad, al no superar el bachillerato o la selectividad. O lo que es peor: después de haber finalizado una carrera universitaria y no conseguir trabajo. De ahí que continuemos por encima de la media de la OCDE en población que ha alcanzado estudios superiores, aunque luego desempeñe puestos de trabajo propios de la Formación Profesional.

No es por razones económicas, pues los titulados universitarios ganan cada vez menos, y muchos especialistas de la FP, cada vez más. Es porque nuestro país sigue padeciendo una clásica enfermedad: la titulitis. Se valora más el título de licenciado, hoy grado, aunque solo sirva para fardar, que una titulación de técnico en FP, de grado medio o superior, con buena formación e inserción laboral. Alemania ha superado hace mucho tiempo esta dicotomía.

Por otra parte, los ámbitos educativo y laboral siguen siendo departamentos estancos, incapaces de coordinarse. Puede que la solución venga impuesta en el marco de la actual crisis económica. A las nuevas generaciones no les va a quedar más remedio que acercarse a la empresa, y a esta, al sistema educativo. También en esto, Alemania está marcando la ruta a seguir.